martes, 3 de mayo de 2016

Vaya día para ser periodista

Lo verdaderamente importante presenta: el día de la Libertad de Prensa en el peor momento

Parece una broma del destino que, justo en este momento en el que estamos inmersos, sea hoy el día de la Libertad de Prensa, uno de los Derechos Fundamentales de nuestra Constitución, uno de los principales valores de la ciudadanía democrática, una de las principales armas de la sociedad civil. Hoy es 3 de mayo, y sí, hoy es el día de la libertad de prensa; sin embargo, la libertad de prensa nunca antes en la democracia española ha estado tan debilitada como hoy. Resulta incoherente, ¿no?


Este 3 de mayo es el Día Mundial de la Libertad de Prensa desde que las Naciones Unidas lo estipuló en 1993 a instancia de los países que pertenecían a la Unesco. La fecha recuerda la instauración de la Declaración de Windhoek sobre la libertad en el ejercicio del periodismo. El periodismo no es ese que se encuentra de la mano del poder, no es tampoco aquel que informa desde casa como una rutina diaria de trabajo, ni mucho menos es aquel que prefiere callarse las verdades porque otros intereses le mueven en realidad. El periodismo que hoy celebramos es aquel que pone en riesgo su propia integridad para lograr informar de lo que pasa en este mundo, es aquel que colabora con la sociedad para crear un flujo de libre información.

Sin embargo, hoy, 3 de mayo del 2016, celebramos la libertad de prensa con la mano negra encima, esa mano negra de los grandes magnates de nuestra profesión, que han preferido acabar con ella en pos de conseguir un buen plato de caviar en la mesa cada noche. Y es que ni siquiera son de España muchos de esos dirigentes, que no conocen la realidad nacional más allá de si el banco Santander les da más o menos ingresos por publicidad. Una realidad triste que redunda en prejuicio nuestro, del periodista, pero también en prejuicio de toda la sociedad, que tiene que sufrir de un mal periodismo que más de informarle, le desinforma.


Hoy mismo hay algunos profesionales del periodismo que, más que celebrar el día de la Libertad de Prensa, están intentando defenderse de estos grandes dirigentes, que ponen en peligro la profesión, tal y como la conocemos hoy en día. Los empleados de Unidad Editorial, por ejemplo, se encuentran hoy en huelga por el ERE que su director, Antonio Fernández Galiano, pretende llevar a cabo en la empresa con el que despedirá a 224 trabajadores, 185 en las distintas redacciones del grupo y 39 del área corporativa. El diario El Mundo no trabajará hoy como de costumbre; mientras que los redactores de Radio Marca (que sufrirá un despido que afectará a más del 50% de su actual plantilla) han decidido no emitir durante todo el día de hoy.

Por su parte, tampoco corren buenos días en el otro gran grupo de comunicación impresa español. En Prisa, Juan Luis Cebrián se ha cargado la libertad de prensa de un plumazo porque han informado de sus trapicheos en Panamá en distintos medios de comunicación, muchos de los cuales participan en alguno de los activos periodísticos del grupo. Uno de ellos, Ignacio Escolar, director de eldiario.es, fue despedido como colaborador de Cadena SER por informar de esas cuentas opacas en la radio del grupo. Como si esto no valiera, Cebrián ha ordenado a sus periodistas que no acudan a las tertulias de laSexta, cadena que sacó, por primera vez, los documentos que informaban acerca de sus cuentas. 


Y es que hoy, más que ningún otro año, el día Mundial de la Libertad de Prensa tiene una tremenda importancia. Nos encontramos en una situación límite: la profesión está en momentos de absoluta precariedad, se paga a los profesionales menos de lo que cobraría un becario en cualquier profesión, la falta de credibilidad lastra a los profesionales de cualquier plataforma, sea radio, prensa o televisión. No estamos para celebrar la libertad periodística, pero sí para recriminar a aquellas personas que quieren acabar con ella, sí para defenderla. Hoy es 3 de mayo, ¡felicidades periodistas!
Christian A.A.S.
@ChrisAfonSan