martes, 19 de agosto de 2014

El renacimiento del atletismo español

Lo verdaderamente importante presenta: Zurich 2014, ¿el inicio de una nueva era?

Seis medallas: dos de oro, una de plata y tres de bronce. Ese es el bagaje de la selección española de atletismo en los últimos campeonatos de Europa al aire libre, que se celebraron la semana pasada (del 13 al 17 de agosto). Cinco días cargados de emoción en la que, además de las medallas, España obtuvo la friolera de 22 finalistas, esto es, de 22 atletas entre los ocho mejores del continente. Nuestro país se mantiene entre las diez potencias del atletismo a nivel europeo y vuelve a dar la cara -y el callo- en una competición internacional. Hoy hablaré de la participación española en dicho campeonato y de los retos futuros.
El atletismo español atravesaba una racha negativa en resultados. Los últimos Juegos Olímpicos de Londres 2012 en los que la delegación española no consiguió ninguna medalla proveniente del estadio olímpico, no hicieron sino ahondar en la yaga de los malos resultados de las competiciones anteriores en las que el atletismo nacional no había estado a la altura. Y no era sólo eso, también parecía que nadie podría cambiar la dinámica. Claramente, nos equivocamos. Este intervalo previo a las Olimpiadas de Río 2016 ha vuelto a colocar una sonrisa en los amantes de este deporte y, lo que es más importante, en la cara de los atletas. Los veteranos mantienen el tipo y la forma (Ruth Beitia, a sus 35 años, revalidó, por primera vez en 50 años, el título de campeona de Europa en salto de altura; Mario Pestano, a pesar de solo lanzar tres veces por problemas físicos, acabó sexto en la final de disco; García Bragado, con 45 años, marchó impecable para terminar octavo; etc.); pero, lo más halagüeño, es que los jóvenes viene pisando fuerte (Eusebio Cáceres acabó cuarto en la final de longitud; Samuel García, séptimo en la de 400 metros; Carlos Tobalina, noveno en lanzamiento de peso, etc.). 

Sin lugar a dudas, el atletismo se ha rejuvenecido y ha demostrado que quiere seguir peleando como en aquellos tiempos de Fermín Cacho, Yago Lamela o Marta Domínguez, entre otros muchos deportistas, que han situado a nuestro país en los mejores puestos de las grandes competiciones. Ahora solo falta que el tesón de nuestros atletas sea recompensado con un mayor apoyo por parte de la población y de las instituciones. Que las becas y las ayudas a deportistas de élite no sean cada vez menores, como está ocurriendo, sino mayores y acordes con la calidad y la proyección de muchísimos deportistas españoles que tienen que sudar sangre para poder participar en estos campeonatos internacionales.


Hagamos que el esfuerzo de nuestros atletas se vea recompensado. Hagamos que la imagen de España como potencia deportiva quede consolidada. Hagamos que el deporte no se convierta en un lujo para los más jóvenes. Hagamos que los que llegan por detrás tengan más oportunidades de triunfar. Así es como se consigue una selección nacional de atletismo más fuerte, más capaz, más competitiva, si cabe, que la actual. Muchas gracias, héroes, por competir siempre al más alto nivel a pesar de las dificultades que tenéis y gracias, también, por regalarnos estas tardes de emoción e ilusión. La pelota está en el tejado de las instituciones, ellas deciden: ¿mantener el nivel de los deportistas españoles con ayudas para competir y entrenar o seguir rebajando estas becas y poner en peligro la posición del país como potencia deportiva?
Christian A.A.S.




viernes, 15 de agosto de 2014

La vergüenza de la venganza

Lo verdaderamente importante presenta: el "fairplay" en el deporte, ¿algunos lo han olvidado?

Hace poco más de una hora, he podido presenciar una de las mayores deshonras que un deportista de élite puede sufrir: mientras recibía una medalla de bronce, Ángel Mullera ha vivido una sonora pitada y, como si eso fuera poco, le han negado el saludo y se ha visto relegado en la foto de los vencedores. ¿Por qué? Por hacer cumplir el reglamento del atletismo. De esto voy a hablar hoy en el blog.


Una imagen como esta no puede permitirse en unos campeonatos de talla internacional. Todos esperábamos que los que se hacen llamar "aficionados" al atletismo le dedicaran una afectuosa pitada pero, y no creo que me equivoque al afirmarlo, nadie intuía que el campeón de la prueba - la de 3.000 metros obstáculos - se negara a posar con el español en la foto de los campeones. Para los que no sepan la historia, la voy a resumir. ¿Por qué ha ocurrido esto? Ayer el francés Mekhissi-Benabbad, líder absoluto de la prueba desde hace varios años, iba camino de lograr su tercer europeo cuando se produjo algo insólito: antes de llegar a la última recta se quitó la camisa con el dorsal y continuó sin ella hasta el final de la prueba. Una actitud poco deportiva por parte del atleta que le costó una reprimenda por parte del juez de pista, pero nada más.


El atleta reconoció que se había equivocado y se defendió diciendo que quería celebrar el título como un jugador de fútbol. Sin embargo, el daño ya estaba hecho, y esa misma noche la Federación Española de Atletismo impuso una queja en los despachos de la Federación Europea que, tras mirar el reglamento, decidió descalificar al campeón con lo que ello significaba, todos los atletas ascenderían un puesto. De esta manera, Ángel Mullera, que había acabado cuarto, ascendió a la medalla de bronce y despertó a la bestia de los franceses. Ese mismo día, cuando él y otro atleta español, Pablo Torrijos, salían de la zona de entrenamiento, parte de la delegación francesa insultó y escupió a los españoles en lo que, según la mayoría de la familia que amamos el deporte, es un grave acto de falta de respeto y, por encima de todo, poco deportivo.


Es comprensible que en el seno del atletismo francés duela la descalificación de Mekhissi-Benabbad pero, si hacemos cumplir el reglamento - que es muy claro -, lo que hizo es ilegal y, por tanto, merece ser castigado, pese a quien le pese. Quizás no hubiera sido tan crítico si no hubiera pasado lo que pasó hoy en el podio y ayer en la zona de entrenamiento. ¿Dónde ha quedado el "fairplay"? Encima, los medios franceses se escudan en el supuesto positivo por dopaje de Mullera en otros campeonatos para decir que éste tampoco practica la deportividad. En fin, denigrante.

Lo único que es cierto aquí es que Ángel Mullera no fue merecedor de la medalla pues quedó cuarto en la prueba, pero tampoco fue merecedor de la medalla de oro el francés al haberse quitado la camisa cuando todavía le quedaban 100 metros de carrera poniendo en peligro, incluso, su integridad física. Digan lo que digan los franceses.
Christian A.A.S.

  


viernes, 8 de agosto de 2014

Conflicto palestino-israelí

Lo verdaderamente importante presenta: moros y cristianos, más que una simple receta.

En los últimos tiempos, una marea se extiende por el panorama internacional sin encontrar apenas resistencia; hablo del fundamentalismo religioso. Los moros y cristianos son un plato típico de Cuba que se prepara usando frijoles negros (los moros) y arroz blanco (los cristianos), pero parecen haberse convertido en una cada vez más cruenta y despiadada pugna entre las dos principales religiones (por extensión) del planeta. Hoy analizaré lo que, en mi opinión, es una de las más sanguinarias e inútiles batallas de la actualidad: la de mi religión es mejor que la tuya.


Dos guerras amenazan con estallar y quebrar la frágil estabilidad internacional que tenemos desde el final de la guerra fría. Dos guerras que se sumarán a las demás que sufren en la mitad del planeta. Una es la que enfrenta a judíos y palestinos en territorios palestinos e israelíes; otra, enfrenta a los propios musulmanes en Iraq (que después de menos de diez años de relativa paz, vuelve a estallar) en una batalla a la que EEUU y otros países cristianos empiezan a inmiscuirse. Comenzaré por la más reciente que es, precisamente, esta última.


A primera hora de la tarde estallaba la noticia que muchos no queríamos oír: Estados Unidos lanzaba su primer bombardeo contra objetivos estratégicos del Estado Islámico en Iraq. Esto no solo supone una nueva intromisión estadounidense en los asuntos de otros países, sino que además reactiva un conflicto que parecía haberse terminado con la llegada de Obama a la Casa Blanca (fue él quien retiró las tropas norteamericanas de suelo iraquí). Recordemos las terribles consecuencias que tuvo la guerra de Iraq en todo el planeta apenas hace unos 15 años, y lo que acontecerá en los próximos días puede darnos una primera idea de lo que llegaría a suceder tras este desplante del ejército americano. Como si esto no fuera poco, ya hemos oído voces que se alzan a favor del presidente norteamericano, el primero fue su homólogo francés, FranÇois Hollande, quien no solo le apoyó, sino que también instó a la UE a que tomara medidas más expeditivas en el asunto. Podríamos encontrarnos ante una segunda guerra de Iraq, de carácter y magnitud muy similar a la primera, pero que tiene una diferencia esencial con esta, en la actualidad la paz camina en un alambre y cualquier brisa que sople, la puede tirar al vacío metafórico de un momento a otro.

 FranÇois Hollande

Mientras tanto, otro territorio muy cercano al iraquí sufre, también, de un conflicto armado tremendamente peligroso para la estabilidad internacional; me refiero al conflicto judío-palestino en la franja de Gaza. Dicho conflicto no nos sorprende, al igual que el anterior, porque haya estallado sin que nadie se lo esperara (llevan más de 40 años batallando), sino por la virulencia con la que se ha reactivado. En esta ocasión Israel, gobernado por la extrema derecha y el fundamentalismo judío, parece estar dispuesto a acabar con los "túneles de la locura". Sí, ha leído bien, los "túneles de la locura", así me gusta llamarlos ya que demuestran lo mal de la cabeza que se encuentra Netanyahu, presidente israelí, justificando sus constantes afrentas al territorio palestino en la existencia de unos túneles que, supuestamente, usan para trasladar su armamento desde Egipto. Claro está que estos últimos no podían quedarse de brazos cruzados y han contraatacado lanzando multitud de misiles a territorio israelí, causando más daños materiales que humanos.

 Benjamin Netanyahu

Más de 1000 muertos, la mayoría de ellos civiles, desde el inicio de esta última batalla (hace poco más de un mes), de los cuales 447 son niños, según UNICEF; además, bombardeos a escuelas de la ONU por parte del ejército de Israel. ¿Qué más necesita la comunidad internacional para empezar a tomar medidas más severas contra el Gobierno de Netanyahu? Tras una tregua de 72 horas que ha terminado hoy, el conflicto armado ha vuelto a reactivarse sin poder remediarlo y continúa con la dureza que venía mostrando hasta la fecha. Una delegación palestina intenta evitar más muertes, más daños materiales, en definitiva, más masacre. La delegación israelí, en cambio, ha marchado a su país con una idea clara, terminar de aniquilar a los palestinos en lo que, desde mi punto de vista, es una clara actitud de victimismo e inferioridad por parte de Israel (un país judío) que, tras el Holocausto de la Segunda Guerra Mundial, parece haberse instalado en una cómoda posición de "todos me atacan porque soy más débil". Degradante y penoso.


Imágenes como estas pueden seguir viéndose a diario en los programas informativos si no se hace algo. Si entre ellos no pueden solventar sus diferencias, entonces es tarea y responsabilidad de toda la humanidad el intentar acabar con la muerte y la destrucción que, tanto en Iraq como en Gaza, amenazan con resquebrajar la paz mundial.
Christian A.A.S.