viernes, 15 de agosto de 2014

La vergüenza de la venganza

Lo verdaderamente importante presenta: el "fairplay" en el deporte, ¿algunos lo han olvidado?

Hace poco más de una hora, he podido presenciar una de las mayores deshonras que un deportista de élite puede sufrir: mientras recibía una medalla de bronce, Ángel Mullera ha vivido una sonora pitada y, como si eso fuera poco, le han negado el saludo y se ha visto relegado en la foto de los vencedores. ¿Por qué? Por hacer cumplir el reglamento del atletismo. De esto voy a hablar hoy en el blog.


Una imagen como esta no puede permitirse en unos campeonatos de talla internacional. Todos esperábamos que los que se hacen llamar "aficionados" al atletismo le dedicaran una afectuosa pitada pero, y no creo que me equivoque al afirmarlo, nadie intuía que el campeón de la prueba - la de 3.000 metros obstáculos - se negara a posar con el español en la foto de los campeones. Para los que no sepan la historia, la voy a resumir. ¿Por qué ha ocurrido esto? Ayer el francés Mekhissi-Benabbad, líder absoluto de la prueba desde hace varios años, iba camino de lograr su tercer europeo cuando se produjo algo insólito: antes de llegar a la última recta se quitó la camisa con el dorsal y continuó sin ella hasta el final de la prueba. Una actitud poco deportiva por parte del atleta que le costó una reprimenda por parte del juez de pista, pero nada más.


El atleta reconoció que se había equivocado y se defendió diciendo que quería celebrar el título como un jugador de fútbol. Sin embargo, el daño ya estaba hecho, y esa misma noche la Federación Española de Atletismo impuso una queja en los despachos de la Federación Europea que, tras mirar el reglamento, decidió descalificar al campeón con lo que ello significaba, todos los atletas ascenderían un puesto. De esta manera, Ángel Mullera, que había acabado cuarto, ascendió a la medalla de bronce y despertó a la bestia de los franceses. Ese mismo día, cuando él y otro atleta español, Pablo Torrijos, salían de la zona de entrenamiento, parte de la delegación francesa insultó y escupió a los españoles en lo que, según la mayoría de la familia que amamos el deporte, es un grave acto de falta de respeto y, por encima de todo, poco deportivo.


Es comprensible que en el seno del atletismo francés duela la descalificación de Mekhissi-Benabbad pero, si hacemos cumplir el reglamento - que es muy claro -, lo que hizo es ilegal y, por tanto, merece ser castigado, pese a quien le pese. Quizás no hubiera sido tan crítico si no hubiera pasado lo que pasó hoy en el podio y ayer en la zona de entrenamiento. ¿Dónde ha quedado el "fairplay"? Encima, los medios franceses se escudan en el supuesto positivo por dopaje de Mullera en otros campeonatos para decir que éste tampoco practica la deportividad. En fin, denigrante.

Lo único que es cierto aquí es que Ángel Mullera no fue merecedor de la medalla pues quedó cuarto en la prueba, pero tampoco fue merecedor de la medalla de oro el francés al haberse quitado la camisa cuando todavía le quedaban 100 metros de carrera poniendo en peligro, incluso, su integridad física. Digan lo que digan los franceses.
Christian A.A.S.