Lo verdaderamente importante presenta: Zurich 2014, ¿el inicio de una nueva era?
Seis medallas: dos de oro, una de plata y tres de bronce. Ese es el bagaje de la selección española de atletismo en los últimos campeonatos de Europa al aire libre, que se celebraron la semana pasada (del 13 al 17 de agosto). Cinco días cargados de emoción en la que, además de las medallas, España obtuvo la friolera de 22 finalistas, esto es, de 22 atletas entre los ocho mejores del continente. Nuestro país se mantiene entre las diez potencias del atletismo a nivel europeo y vuelve a dar la cara -y el callo- en una competición internacional. Hoy hablaré de la participación española en dicho campeonato y de los retos futuros.
El atletismo español atravesaba una racha negativa en resultados. Los últimos Juegos Olímpicos de Londres 2012 en los que la delegación española no consiguió ninguna medalla proveniente del estadio olímpico, no hicieron sino ahondar en la yaga de los malos resultados de las competiciones anteriores en las que el atletismo nacional no había estado a la altura. Y no era sólo eso, también parecía que nadie podría cambiar la dinámica. Claramente, nos equivocamos. Este intervalo previo a las Olimpiadas de Río 2016 ha vuelto a colocar una sonrisa en los amantes de este deporte y, lo que es más importante, en la cara de los atletas. Los veteranos mantienen el tipo y la forma (Ruth Beitia, a sus 35 años, revalidó, por primera vez en 50 años, el título de campeona de Europa en salto de altura; Mario Pestano, a pesar de solo lanzar tres veces por problemas físicos, acabó sexto en la final de disco; García Bragado, con 45 años, marchó impecable para terminar octavo; etc.); pero, lo más halagüeño, es que los jóvenes viene pisando fuerte (Eusebio Cáceres acabó cuarto en la final de longitud; Samuel García, séptimo en la de 400 metros; Carlos Tobalina, noveno en lanzamiento de peso, etc.).
Sin lugar a dudas, el atletismo se ha rejuvenecido y ha demostrado que quiere seguir peleando como en aquellos tiempos de Fermín Cacho, Yago Lamela o Marta Domínguez, entre otros muchos deportistas, que han situado a nuestro país en los mejores puestos de las grandes competiciones. Ahora solo falta que el tesón de nuestros atletas sea recompensado con un mayor apoyo por parte de la población y de las instituciones. Que las becas y las ayudas a deportistas de élite no sean cada vez menores, como está ocurriendo, sino mayores y acordes con la calidad y la proyección de muchísimos deportistas españoles que tienen que sudar sangre para poder participar en estos campeonatos internacionales.
Hagamos que el esfuerzo de nuestros atletas se vea recompensado. Hagamos que la imagen de España como potencia deportiva quede consolidada. Hagamos que el deporte no se convierta en un lujo para los más jóvenes. Hagamos que los que llegan por detrás tengan más oportunidades de triunfar. Así es como se consigue una selección nacional de atletismo más fuerte, más capaz, más competitiva, si cabe, que la actual. Muchas gracias, héroes, por competir siempre al más alto nivel a pesar de las dificultades que tenéis y gracias, también, por regalarnos estas tardes de emoción e ilusión. La pelota está en el tejado de las instituciones, ellas deciden: ¿mantener el nivel de los deportistas españoles con ayudas para competir y entrenar o seguir rebajando estas becas y poner en peligro la posición del país como potencia deportiva?
Christian A.A.S.