viernes, 10 de abril de 2015

Algo pasa en América

Lo verdaderamente importante presenta: el deshielo de las relaciones con Cuba y el enfriamiento con Venezuela

Este fin de semana va a tener lugar la VII Cumbre de las Américas en la capital del pequeño país de Panamá. Hasta allí, acudirán todos los dirigentes del continente más poderoso y con más futuro del mundo. Hoy en el blog hablamos de esta reunión, vital para el futuro de las relaciones de los partidos americanos.

 Continente americano. Fuente: http://chiconaranja.webcindario.com/

Esta reunión trienal será, por muchos aspectos, la más importante de las siete celebradas en los últimos tiempos. Con un Obama muy reforzado, en palabras de El País, tras el acuerdo nuclear con su archienemigo Irán, este cónclave de líderes panamericanos podría convertirse en el paso necesario para formalizar las relaciones del hermano mayor de América con el resto de sus parientes menos "guapos". A ella acude, por primera vez, un líder cubano (Raúl Castro) tras el deshielo de las relaciones entre su país y el dirigido por Barack Obama. Cuba se ha propuesto no entrar, a pesar de ello, a formar parte de la OEA (Organización de Estados Americanos) de la que fue expulsado, por mandato norteamericano, en 1962. A pesar de que Cuba estará en Panamá como un país que no piensa dar ni su voz, ni su voto a lo que allí se diga, es un gran avance para todo el continente su presencia.

 B. Obama, presidente estadounidense
 Raúl Castro, presidente cubano. Fuente: WikiPedia

También cobra una gran importancia en esta Cumbre las relaciones de Venezuela con el resto de sus vecinos americanos, especialmente con los Estados Unidos. El presidente Maduro acude a Ciudad de Panamá con diez millones de firmas en su maleta de trabajo; las conseguidas esta última semana por su gobierno contra el decreto de Obama. Todo ello, un día después de haber mantenido una reunión secreta (para los medios chavistas) con el enviado del Departamento de Estado estadounidense, Thomas Shannon, en la que se trató de rebajar las tensiones entre ambas potencias, cada una de las cuales es dirigente de las dos corrientes americanas: EEUU de la "procapitalista" que engloba a gran parte de los países del Pacífico (Chile, Perú, Ecuador, Colombia y México), y Venezuela la vertiente más proteccionista y progre formada por los países atlánticos (Argentina, Cuba, Brasil). Venezuela es la prueba de fuego para Obama, el último escollo a superar para lograr la ansiada unificación americana.

 Nicolás Maduro, presidente venezolano. Fuente: WikiPedia

Los demás dirigentes acuden inmersos en severos problemas en sus respectivos países. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, decidió a última hora no acudir a la Cumbre debido a estar acosada por los escándalos que le salpican en su nación. Acude, a pesar de los que también tiene, Dilma Rousseff (la mandataria brasileña) para intentar limar asperezas con la potencia norteamericana con la que se enfriaron las relaciones tras el caso de espionaje desenmascarado en 2013. En él, se afirmaba que EEUU había ordenado escuchas al teléfono personal de la propia presidenta de Brasil. Con todos los problemas económicos por los que atraviesa el futuro organizador de los Juegos Olímpicos, Rousseff acude a Panamá con la intención de lograr el apoyo financiero de la administración Obama. También Cristina Fernández, su homóloga argentina, acude con optimismo a la que será su última Cumbre de países americanos (se podría marchar en las elecciones de diciembre). Fernández irá con la clara idea de reivindicar por enésima vez la soberanía argentina sobre el archipiélago de las Malvinas, un territorio ocupado por Gran Bretaña desde 1833 y que ha sido objeto de numerosas tensiones entre el estado que dirige y el de la reina Isabel II. Dadas las buenas relaciones de EEUU y Gran Bretaña, parece complicado que la mandataria argentina consiga algo de la reunión que mantendrá con Obama. 

 Dilma Rousseff, dirigente brasileña. Fuente: WikiPedia
 Cristina Fernández, presidenta de Argentina. Fuente: WikiPedia

La que será la última Cumbre de las Américas para el presidente Obama puede consagrarle como el presidente norteamericano que consiguió unir al continente americano. El deshielo de las relaciones con Cuba podría atraer a muchos estados que, por ese motivo, habían mostrado su hostilidad a la superpotencia mundial. Era la espinita que le quedaba en la garganta al presidente afroamericano, antes de despedirse de la Casa Blanca en 2017. Sin embargo, el enfriamiento de las relaciones con la Venezuela de Nicolás Maduro podría poner en peligro este avance necesario para todo el continente. Una Venezuela que acude con la hostilidad que le caracteriza a la capital de Panamá, buscando separar y no unir. El domingo veremos los resultados de este importante evento que marcará el futuro inmediato y a largo plazo del continente más poderoso y con mayor potencial del planeta. 
Christian A.A.S.
@ChrisAfonSan