Lo verdaderamente importante presenta: el cambio democrático que necesita España, ¿cuestión de partidos?
Hoy, sábado 31 de enero, pasará a la historia reciente de nuestro país. La marcha por el cambio encabezada por el partido PODEMOS consigue reunir a una cantidad muy significativa de personas que exigen un cambio de rumbo en la frágil democracia española de los momentos contemporáneos. Hoy en el blog hablamos de esta marcha y de los partidos que nacen para revertir la situación.
El partido PODEMOS convocó una manifestación para este sábado con una temática clara: exigir el cambio de la política no solo española, sino europea. Una política más democrática, más soberana, que tenga en cuenta al ciudadano, no solo al votante. Ese cambio hacia una democracia más real nos lo han prometido algunos partidos. PODEMOS es el que más fuerza ha cogido en los últimos meses con un discurso que da al pueblo lo que quiere oír (un discurso que, siendo detractor o no, está bien estructurado). Sin embargo, otros partidos de los que ya hemos hablado en este blog se han decidido sumar a este discurso del cambio. Ambos han conseguido, en las últimas encuestas, apoyo por parte de la población (entre los dos conseguirían casi un 40% de los votos del pueblo).
La gente lo está pidiendo a gritos: hoy en Madrid hay miles de personas caminando por las calles destino a Sol. Todas ellas sonrientes, expectantes, decididas. Hace tiempo que la ciudadanía española no se sentía entusiasmada ante un año electoral. Encima, este año viene cargado de grandes emociones. Comenzamos el próximo 22 de marzo con las elecciones andaluzas, continuamos con las municipales y autonómicas, proseguimos con las catalanas y terminamos con el broche final de las generales. 2015 es el año electoral, el año del cambio. No lo podemos obviar, porque si lo obviamos estaremos rezagados, atrasados, obsoletos.
Se quiere un cambio, yo diría más, se necesita un cambio. No podemos continuar en la inopia, asintiendo ante todo y doblegándonos al poder establecido. No estoy diciendo que quememos casas, iglesias o sedes gubernamentales; estoy hablando de ir a votar, de demostrar en las urnas que el bipartidismo en España está acabado, que ellos mismo han cavado su propia tumba. Hablo de regenerar la vida política, de erradicar la malsana corrupción, de borrar los intereses individuales que priman sobre los colectivos. Me da vergüenza mi país, me da vergüenza mi política, me dan vergüenza los dos de siempre que chupan del bote sin piedad. ¿Se llegará al cambio en mi nación? ¿Podré volver a estar orgulloso de España y de los españoles? El 2015 nos lo dirá y, lo mejor, yo seré con mi voto uno de los que promuevan este cambio. ¿Se puede ser más feliz?
Christian A.A.S.