Lo verdaderamente importante presenta: la educación a palos es cosa del siglo pasado, ¿o no?
"Cuando yo iba a la escuela, sí que se daban palos si te portabas mal". No sé ustedes, pero esta afirmación la he oído muchas veces en mi vida. Abuelos e incluso algunos padres gustan de contar estas anécdotas a sus hijos para mostrarles lo dura que era la vida cuando ellos tenían su edad. "Si no hacías los deberes, te daban con una regla en la punta de los dedos". Algo que quedó en el siglo pasado, al menos en España pero, ¿y en otros países? Hoy hablamos en el blog de la muerte de un niño en Egipto a causa de los palos que le daba su profesor.
Egipto se ha situado en el centro de las críticas tras conocerse que un profesor de escuela pública ha apaleado a uno de sus alumnos hasta causarle la muerte. El pequeño de once años sufrió una hemorragia cerebral que le tuvo agonizando en el hospital durante tres días hasta que, finalmente, sucumbió. El Mundo nos trae la noticia en su edición digital de este lunes y al mirarla no he podido sino sentir asco. Asco de que en pleno siglo XXI todavía sucedan cosas que deberían haberse quedado arrinconadas hace mucho, muchísimo tiempo, tras haber sido proclamada la Declaración de Derechos del Niño. ¿Qué ocurre, pues, para que ocurran estos hechos? Un hecho que, además, no es aislado ya que en el país africano han ocurrido otras tragedias similares (este último año se han contabilizado seis muertes de menores de edad en sus escuelas).
Fuente: turismo.org
El profesor se encuentra, actualmente, bajo custodia policial a la espera de que se efectúe la autopsia del cuerpo del menor. Es acusado, inicialmente, de uso excesivo de la fuerza aunque, tras el desenlace de la víctima, será juzgado por asesinato. En 2008 ya ocurrió un suceso similar y, en ese caso, el profesor fue condenado a una irrisoria pena de seis años de cárcel por homicidio. Egipto es un país que todavía permite el empleo de "mano dura" por parte de los docentes, a pesar de que han sido numerosos los intentos por crear una ley que prohíba el uso de la fuerza sobre los menores. La Coalición Egipcia de los derechos del niño ha informado de que en 2013 se contabilizaron hasta 25.000 casos de maltrato físico en las escuelas del país norteafricano, e insta al poder judicial a adoptar una condena severa que sirva como escarmiento para el resto de docentes que siguen maltratando a sus alumnos.
La violencia no debe ser el método de enseñanza que utilicen los profesores para impartir sus clases. Primero, porque destruyen al menor de edad: le aportan una conducta violenta, le arrebatan su inocencia, le causan un trauma. Segundo, porque el maltrato físico jamás ha sido una opción, ni siquiera entre personas adultas, para lograr cumplir un objetivo. Tercero, porque es contranatura y está penado por la ley internacional. Egipto va a tener que trabajar con rapidez en erradicar la violencia de sus aulas porque, si esta pervive, será necesaria una acción conjunta de los principales organismos internacionales de defensa del menor para acabar con ella. Y, algo me da, que Egipto no va a resultar muy bien parado si esto ocurriera.
Christian A.A.S.