Lo verdaderamente importante presenta: Cristina Fernández imputada por la fiscalía, ¿se trata de una maniobra golpista?
Ayer se anunciaba la imputación de la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, por el fiscal Gerardo Pollicita con arreglo al "caso AMIA". De esta forma, Pollicita continúa con la línea del recientemente fallecido Alberto Nisman, quien ya había mostrado su intención de hacerlo el pasado 14 de enero. Hoy en el blog hablamos de la respuesta del Gobierno argentino a este hecho.
Recordamos que el pasado 14 de enero, como ya dije en el párrafo anterior, el fiscal Alberto Nisman realizó un escrito en el que culpaba a altos cargos del actual gobierno argentino de haber encubierto a los terroristas que, en 1994, asesinaron a 85 personas frente la sede de la Asociación Mutua Israelita Argentina (AMIA), con intenciones de marcada defensa de los intereses del gobierno argentino con respecto al gobierno de Irán (país al que pertenecían los imputados por el acto terrorista). Nisman los acusó de "decidir, negociar y organizar la impunidad de los prófugos iraníes en la causa AMIA". Posteriormente, el 18 de enero, el fiscal fue hallado muerto. Las primeras investigaciones sugirieron un suicidio, pero la muerte de Nisman causó una gran perplejidad en el país sudamericano debido a sus recientes acusaciones.
El primer "match ball" lo ha salvado Cristina Fernández, no porque haya tenido algo que ver en la muerte de Nisman, claro, sino porque tuvo la suerte de que no le llegó a imputar antes de morir. Sin embargo, el nuevo fiscal que se ha hecho cargo del caso sí lo ha hecho, y no le ha temblado el pulso a pesar de lo que le ocurrió a su compañero. Pollacite, eso sí, no ha ordenado un interrogatorio a la presidenta, pero sí le ha inculpado, y eso ya es un gran paso adelante. Cristina Fernández va a tener que responder de sus actos porque lo exigirá la presión mediática y social, y todo esto en el año de las elecciones generales argentinas. De ahí que las primeras declaraciones desde la Casa Rosada sean de enfado. La propia presidenta ha acusado al fiscal de liderar una "clara maniobra de desestabilización antidemocrática".
No sé que entiende la presidenta por democracia, pero debe ser radicalmente distinto de lo que yo pienso. Esta imputación a la persona con más poder de un país no hace sino reforzar el carácter democrático del régimen que ostenta la nación: vemos un poder judicial independiente de los poderes ejecutivo y legislativo, el cual los regula y vela por su correcto funcionamiento. Solo puedo decir que "OLE" por los fiscales argentinos porque, gracias a ellos, Argentina es un verdadero país democrático y que garantiza los derechos y obligaciones de todos sus habitantes, independientemente de la clase social, raza, sexo o edad a la que pertenezcan. Y esto me lleva a pensar lo poco democrático que es mi país a pesar de ser más avanzado económica, social y políticamente que el país sudamericano. Aquí, los fiscales se amoldan a los intereses de las clases dirigentes y son los jueces los que, muchas veces solos, tienen que luchar por esa democracia que, supuestamente, tiene España.
Mientras que en España se trata de blindar a los poderosos (ha ocurrido recientemente con la infanta Cristina), en Argentina se lucha, sin miedo (aunque sí con amenazas), por defender la democracia que tantos años les costó conseguir. Parece mentira que España no lo haga, sobre todo, por todo lo que nuestros antepasados sufrieron por culpa de prácticas totalitarias y carentes de libertad. ¿Hasta cuándo tenemos que seguir soportando esto?
Christian A.A.S.